– ¿Estás preparada para correr por Olimpia?
– ¡No corras tanto que primero tenemos que visitar Micenas!
¡Teníamos por delante un día cargado de historia! ¿Quién no quiere correr en el mismo estadio donde se originaron las olimpiadas? Pero nuestro segundo día de RUTA EN COCHE POR GRECIA comenzaba por visitar Micenas, uno de los centros de interés histórico más importante de Grecia.
Micenas
Perseo, hijo del dios Zeus y la mortal Danae, fundó la ciudad y con las ayuda de los cíclopes construyó las murallas. Esa es la versión mitológica. La realidad es que los habitantes de Micenas fueron el primer pueblo que se estableció en Grecia y sus hazañas fueron contadas por Homero en la Iliada y la Odisea. En efecto, el rey Agamenon de Micenas fue el que lideró junto con Menelao, rey de Esparta, la conquista de Troya.
Visitar Micenas
Micenas fue uno de los grandes centros de poder de la Antigüedad Clásica. La visita se realiza en tres sedes: la ciudad-fortaleza, el museo arqueológico adosado y el Tesoro de Atreo, una tumba que está a unos 500 metros antes de llegar al parking. La entrada, de 12€, es válida para las 3 visitas.
Fortaleza de Micenas
La estrella de la ciudad fortaleza de Micenas es la Puerta de Los Leones. Es la entrada principal de la ciudad y data de 1.250 a.C. aproximadamente. ¿Y por qué es tan importante? Muy sencillo: es la única muestra de escultura monumental que pervive de la época micénica, lo que la convierte en el ejemplo arquitectónico más antiguo de Europa.
El nombre de la Puerta de los Leones es más que obvio: se debe a la escultura de dos leones sobre una columna en el dintel de la puerta. Actualmente sólo se conserva el cuerpo pero sigue siendo una obra de gran belleza digna de admiración.
En el esplendor de la ciudad los habitantes enterraron a sus reyes en enormes tumbas circulares llamadas tholos. Estas tumbas fueron precisamente otros de los elementos que más nos llamaron la atención en nuestra visita a Micenas.
Los más destacados son la Tumba de Aegisthus, la más antigua de Micenas, y la Tumba de Clitemnestra, la de mejor calidad que se conserva dentro de la fortaleza.
Tesoro de Atreo
Después de una visita rápida al museo (para aprovecharnos del aire acondicionado sobre todo), cogimos el coche y nos dirigimos al Tesoro de Atreo. Dejamos la joyita de la visita para el final, ya que es la tumba tholos de mayor calidad de Micenas y la mejor conservada.
El Tesoro de Atreo fue construido entre 1350 y 1250 aC. y aunque se llame tumba de Atreo, padre de Agamenón, no se sabe a quién perteneció. Es uno de los monumentos funerarios de la Antigua Grecia más importantes y, para nosotros, un imprescindible en NUESTRA RUTA POR EL PELOPONESO. Tiene un diámetro de 14,5 metros y más de 13 metros de altura y la acústica es impresionante.
Finalizada esta visita volvimos a subir al coche: ventanillas bajadas (todavía no hemos mencionado que el aire acondicionado no funcionaba), música sonando y acelerando, que teníamos casi 200 Km por delante. Por el camino paramos a comer en un lugar desconocido pero donde se esforzaron mucho para que estuviésemos cómodos.
Olimpia
Olimpia es uno de los yacimientos arqueológicos más visitados de Grecia. Es la cuna de los Juegos Olímpicos pero además era conocido en la Antigua Grecia por ser uno de los centros religiosos más famosos con un santuario dedicado a Zeus (considerado una de las siete antiguas maravillas). En el santuario cada 4 años se celebraba un festival artístico y deportivo que fue el precedente a nuestras modernas Olimpiadas.
En la visita a Olimpia, después de desembolsar otros 12€, se distinguen dos áreas. La zona sagrada o Altis, consagrada a los dioses que abarcaba los templos, y la zona deportiva, con los espacios destinados a los atletas. No sabemos si fue por el calor que hacía a esas horas o porque quizás las visitas guiadas se concentran por la mañana, pero tuvimos la suerte de hacer la visita prácticamente solos aún estando a primeros de agosto.
Zona sagrada de Olimpia
¿Qué ver en Olimpia? Si tienes poco tiempo te recomendamos el Templo de Hera, uno de los edificios que mejor se conservan ya que todavía están en pie sus columnas originales. Parte de su importancia se debe a que en época romana guardaba la estatua del Hermes de Praxiteles, una obra muy popular en la Antiguedad clásica.
Otra construcción muy importante de la zona sagrada de Olimpia es el Templo de Zeus. Aunque no se conserva en tan buen estado como el anterior, es imprescindible al ser considerada el canon de los templos clásicos griegos de orden dórico. Era aquí donde se hallaba una estatua de Zeus realizada por Fidias considerada una de las siete maravillas del mundo antiguo.
La estatua ocupaba la totalidad del ancho del pasillo del templo y medía aproximadamente doce metros de alto. Merece la pena dedicar unos minutos a intentar reconstruir con la mente la majestuosidad del templo y su interior.
Zona deportiva de Olimpia
La zona deportiva de Olimpia estaba destinada a los atletas, para que pudieran entrenar, alojarse y competir. Estuvimos visitando el gimnasio, el hipódromo y otras zonas pero nosotros estábamos ansiosos por pisar el estadio.
El estadio de Olimpia era donde se celebran muchos de los eventos deportivos. Tenía un aforo de 45.000 espectadores y estábamos deseando imaginar y experimentar cómo se sentían los atletas. No lo dudamos y nos pusimos a correr por la pista, que mide más de 192 m de largo y 28 m de ancho.
Museo de Olimpia
¿Hemos mencionado ya el calor que hace en Grecia en agosto? Sin duda, es un incentivo para visitar los museos de los yacimientos. Sin embargo, el Museo de Olimpia tiene un par de piezas que bien merecen una visita.
En el museo encontramos los restos de las metopas (panel que ocupa parte del friso, para los poco entendidos como yo) y los frontones del Templo de Zeus. Impresiona verlas ante ti e imaginárselas en su ubicación actual. Pero la estrella es uno de las obras maestras del arte griego antiguo: el Hermes de Praxíteles (sí, el que hemos mencionado que estaba en el templo de Hera).
Nafpaktos
¿A quién le suena Nafpaktos? Reconocedlo sin vergüenza, muy pocos pueden levantar la mano. ¿Pero cuantos conocen Lepanto? Aquí son más las manos levantadas. Pues amigos lectores, ¡es el mismo sitio! Y nosotros decidimos pasar la noche en este lugar que hizo que a Cervantes se le conociese como el manco de Lepanto. Nos alojamos en el hotel Arhontiko Pepos, en una habitación doble con una decoración muy cuidada y un exquisito desayuno.
En cuanto dejamos las maletas nos fuimos a callejear por la zona turística de Nafpaktos y nos encontramos con el puerto. Entre dos pequeños perímetros defensivos está el memorial de la Batlla de Lepanto, en el que destaca una estatua de Miguel de Cervantes.
Y desde allí pudimos disfrutar de otro de los atardeceres que nos regalaría Grecia en nuestro viaje.
Buscamos un lugar donde cenar y nos acabamos decantando por un local de comida rápida donde probar el típico gyros (las entradas a los yacimientos arqueológicos estaban haciendo que el bolsillo se resintiese y todo ahorro era bueno).
Un helado y un paseo por la playa después, sólo teníamos ganas de dormir pensando en la pregunta que realizaríamos al día siguiente al ORÁCULO DE DELFOS…
¡Buen viaje!
Información útil
[WPSM_AC id=3793]